El éxito comercial de cualquier empresa depende del factor humano, esto es, su personal. Toda empresa requiere trabajadores comprometidos y con gran disposición al trabajo en equipo. Además, los grupos de trabajo necesitan contar con líderes que puedan guiar el esfuerzo de todos hacia objetivos en común pero con la capacidad de resolver los conflictos que se puedan generar entre los miembros.